lunes, 26 de septiembre de 2011

Casa del Fundador "Gonzalo Suárez Rendón"

En la arquitectura colonial de Tunja, una de las mansiones más hermosas que es orgullo de Hispanoamérica, es LA CASA DEL FUNDADOR Capitán Gonzalo Suárez Rendón, situada en la zona oriental de la Plaza de Bolívar, llamada antiguamente Plaza Suárez Rendón, en el costado de la Catedral.

En ella se ubica actualmente la Secretaría de Cultura y Turismo de la Alcaldía Mayor de Tunja y la Academia Boyacense de Historia.

En esta joya arquitectónica, la más característica de las residencias particulares del siglo XVI, se concentra la historia privada de la anstocracia tunjana desde los años de la fundación hispánica de Tunja.

Es la única Casa de Fundador que existe en Hispanoamérica, construida por él mismo, en donde vivió, murió y continuó como residencia familiar de sus hijos. Esta mansión colonial fue centro de trascendentales actividades en los siglos de la Colonia, y luego en la independencia y la República.





Construcción de la Casa del Fundador

En el solar que se señaló para la casa del Fundador existía el bohío en donde fijó su residencia el Capitán
Gonzalo Suárez Rendón. Allí se reunió el Cabildo de Tunja por primera vez, el 7 de agosto de 1539 y los días 11, 14, 16 Y 18 de agosto para tratar losproblemas de la naciente ciudad.

En las sesiones del 18 de agosto y 31 de diciembre se asignaron al Fundador los dos solares ubicados junto al templo y cerca del asignado al Cura Vicente de Requejada, a continuación de "La Atarazana".

En los mediados del siglo XVI se edificó la Casa del Fundador con constructores españoles e indígenas de sus posesiones en la encomienda dellcabuco que era la más grande del Nuevo Reino de Granada, con 3.000 indígenas.


Ya para 1562 la mansión estaba bastante adelantada según las crónicas indianas.

El Estilo Arquitectónico de la Casa


Esta mansión colonial presenta el sello castellano característico de la arquitectura civil tunjana.

Hacia 1570 se consideraba como una de las más lujosas casas del Nuevo Reino de Granada; según el conquistador Luis Lancheros, la decoración con mármoles y capiteles de esta casa era reflejo del lujo renacentista, aun cuando sin gran exceso, ni notorias comodidades.

La Casa del Fundador es una mansión colonial de dos pisos, con un patio central claustrado en dos de sus lados, formando una "ele" abierta hacia la vista del valle de Tunja, cuya panorámica se divisa desde las galerías de la segunda planta.


Las galerías bajas tienen arcos sobre columnas de piedras, y en el piso superior, arquitrabes de madera sobre zapatas de más proyección que descansan en columnas de fuste corto y estriado. Según el historiador del arte, Marco Dorta, la influencia mudéjar andaluza se manifiesta en los alfices que encuadran los arcos.


Una de las bellezas de esta mansión es la amplia escalera claustral que da acceso a la planta alta y la cual arranca de un ángulo del patio.

La segunda planta de la Casa del Fundador era la más importante para la familia. Allí se localizaban los dormitorios de la familia del Fundador; el salón social lujosa mente adornados con paños finos de pared y unos escudos en ellos, los cuatro estandartes del Capitán Gonzalo Suárez Rendón como recuerdo de sus campañas y conquistas.

En la Casa del Fundador se alojaban los principales personajes españoles que llegaban a Tunja; allí llegaron los conquistadores
Jerónimo de Lebrón, Don Alonso Luis de Lugo, Hernán Pérez de Quesada y Don Pedro de Ursúa.

Allí se ubicó también el despacho principal del Nuevo Reino de Granada, cuando el Capitán Suárez Rendón ejerció dos veces el gobierno supremo por ausencia de Jiménez de Quesada y de Hernán Pérez.


Antiguo Hospital de Tunja y Panóptico

(Claustro de San Agustín)

El Hospital de Tunja, bajo la dirección de los religiosos de San Juan de Dios y de otros directores, funcionó en el Claustro de San Agustín entre los años 1835 y 1859. El Colegio y la Universidad de Boyacá fueron trasladados al antiguo convento de la Compañía de Jesús.

En 1831-1832 el Convento fue destinado a hospital encargado a la comunidad de los religiosos de San Juan de Dios pero estos fueron expulsados en 1832 fue nombrado director del Hospital al señor Luís Espinosa. En 1835 se trasladó el hospital que funcionaba en el antiguo Convento de San Agustín.

A partir de la segunda mitad del siglo XVI el Convento de San Agustín fue convertido en Penitenciaria o Panóptico de Tunja.


El general
Sergio Camargo, Presidente del Estado de Boyacá, después de haber habilitado el edificio del convento para el cuartel del Ejército en la Guerra Civil del 6O, ordenó la organización de la penitenciaria para el cuidado de los presos, mediante el decreto del 1° de febrero de 1863.

Desde entonces se convirtió en el Panóptico de Tunja. Mediante la Ley de Desamortización de Bienes de Manos Muertas, el Convento de San Agustín pasó en forma definitiva a propiedad de la Nación. .


Durante un siglo, el Convento de San Agustín fue destino a albergar los prisioneros de las diversas regiones de Colombia.


Antiguo Hospital de Tunja y Panóptico (Claustro de San Agustín)


El Panóptico fue una de las prisiones más temidas en Colombia. El antiguo templo fue convertido en dormitorio común y en calabozo húmedo para los prisioneros más peligrosos; en la misma forma, se organizó la cárcel para mujeres.


En la mitología popular se difundió en el siglo XIX el mito de El Espanto del Panóptico" en T unja. Según las creencias, este espanto sale en la víspera del día de los difuntos y el Viernes Santo.


El frayle del Panóptico iba vestido de negro con capucha y mangas anchas, con un cordón o cinto aliado; al vedo, encontraban una calavera bajo la capucha; el fraile salía de la antigua sacristía y recorría el corredor inferior de Panóptico.


Si alguien se interponía al monje, este se abalanzaba sobre la persona y lo arrojaba con violencia al patio. Sobre el espanto se inspiró el poeta tunjano Alfredo Gómez Jaime en la célebre poesía "La Garra Fría".

En la década de los 60, el panóptico de Tunja fue trasladado a la vereda “El Barne", su traslado definitivamente en el año 1966.


Durante varios años el antiguo Claustro de San Agustín entró a un gran deterioro y decadencia arquitectónica. El gobierno pasó de nuevo la propiedad del inmueble al Colegio de Boyacá.


La obra de restauración del antiguo Claustro de San Agustín fue realizada por la Fundación para la Conservación y Restauración del Patrimonio Cultural Colombiana y culminada en 1984.


Desde entonces se ha convertido en un verdadero polo de desarrollo de la CLILTURA en Boyacá: Sede del Archivo Regional de Boyacá, Academia Boyacense de Historia, Magister en Historia de la UPTC y de la Biblioteca del Bailéo dé la República
Alfonso Patiño Roselli".




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